Quedó claro hace muchos años que el receptor hace con el
mensaje lo que más se le antoje, que el emisor tiene poca chance de que su
mensaje se interprete TAL CUAL él lo quiere. Sin embargo, cuando publiqué una
foto de un culo con la fecha del próximo campeonato Reef que se va a dar en
Montañita, donde vivo, todos entendieron el asunto como yo lo había
intencionado. Hace algunos días que la gente pedía la fecha, así que la subí.
¿Por qué en una foto que tiene un culo? Porque la imagen corporativa de Reef
está relacionada fuertemente al tema del trasero femenino. Eso, señoras y señores,
escapa de mí. Si tienen quejas, háganlas con Reef.
Regresando al asunto en particular, NADIE comentó la foto de
forma vulgar. Era tal la curiosidad con respecto a la fecha que, de los 70
comentarios que hay hasta el momento, nadie dijo algo como “ese culo está rico”.
Todo lo contrario, llovieron comentarios de gente que juraba iba a planear el
viaje con sus amigos, que agradecían la publicación de la data, etc. El trasero
tomó un segundo plano ante la fecha; justo como yo lo había planeado. Sólo una
mujer lo sintió denigrante y, como buena mujer, se quejó.
Recuerdo haber tenido una amiga en Perú, una mujer de color,
que trabajaba duramente el tema del racismo. Tal era su convicción de que
existía racismo por todos lados que, de tanto buscarlo, eventualmente lo
encontraba. La verdad es que no existía tal cantidad de gente racista como ella
imaginaba, pero tantas eran sus ganas que llegaba siempre a deducir la acción
de alguien hacia ella como una respuesta racista. Incluso una mirada coqueta,
intento de acercamiento, podía parecerle un acto despectivo. Era muy difícil
estar cerca de ella, me alteraba su forma de interpretar el mundo como hostil. A veces me daban ganas de decirle: "Carajo, no te mira feo. Te está coqueteando".
Entonces, lo que yo entiendo de este caso de la foto de Reef
es que me he topado con una chica que, aparentemente, tiene muy clavado el tema
del uso de la mujer como objeto publicitario. Una de esas feministas que defienden lo indefendible en terrenos donde ni siquiera hay guerra. Alguien que quiere reivindicar algo que no necesita reivindicación. Tanto alucina la objetivación que la termina creando y, como resultado, encontrando. Le repito al lector que no hubo un comentario con respecto al
riquísimo poto de la modelo de la foto. Entonces, lo que yo entiendo es que
todos recibieron mi mensaje junto con mi intención.
La interpretación que la
chica le dio, por ende, no estaba en la imagen, sino en su cabeza. Y es que si
uno se esfuerza mucho en encontrar unicornios, eventualmente aparece uno,
directo desde la canasta con oro del otro lado del arcoíris, montado por una hada y acompañado por todos los Niños Perdidos del mundo de Nunca Jamás.