domingo, 13 de abril de 2014

QUERERES

Quiero que me conozcan, que sepan que estudié letras porque los números siempre me fueron fáciles, porque mi infancia fue numérica, porque mi viejo es ingeniero. Quiero que me conozcan, que se enteren de mi prolongado sueño, de mi insaciable hambre, de mis ganas de siempre saber más. Quiero que me conozcan, porque de lo contrario no me van a entender.

Quiero que me conozcan, pero no quiero que se enteren que ronco. No me interesa que sepan que me sudan las manos, que cada vez tengo menos cabello, que tengo tendencia a engordar. Quiero que me conozcan, pero si pudiese al mismo tiempo ocultar que no sé combinar mi ropa, sería genial.

Quiero que me conozcan, que me vean y sepan quién soy, qué hago, cómo lo hago y por qué me sale bien. Quiero que me conozcan, pero también quiero poder salir caminando a comer un helado y disfrutar la falta de miradas sobre mí. Quiero poder tomar una foto en medio de una multitud y no afectar el ambiente con la luz que pueda destellar de mi nombre. Quiero que me conozcan porque quiero causar un impacto, pero también quiero reservarme el derecho a impactar cuando tenga ganas.

Quiero que me conozcan, que mi paso por la tierra deje una estela que para algunos signifique que hubo un antes y un después de Ernesto. Quiero que me conozcan, plantando un ejemplo que sirva de incentivo para que otros también lo quieran plantar. Quiero que me conozcan, porque si no lo hacen, hasta el más triunfal de mis logros quedará sepultado por mi anonimato. Quiero que me conozcan, porque quiero que me recuerdes tú.

Quiero que me conozcan, que sepan que me gradué entre elogios y platillos, que vean en mi lista de trabajos mi capacidad de adaptación, que entiendan que no por nada me senté siempre al frente del salón. Quiero que me conozcan, pero no quiero que se enteren que escribí poesía toda mi adolescencia porque viví enamorado del amor.

Quiero que sepan lo suficiente de mí como para generar interés, pero quiero guardarme algunas arrugas y defectos para llevar conmigo a la tumba. Quiero que me vean con curiosidad, con deseos de informarse sobre mis proyectos, pero también quiero que mis planes personales se diluyan del interés público, que nadie piense en mi día a día, que no quieran saber de mi hogar.

Pero entre quereres y querellas, lo mío y lo suyo, lo que va adentro y afuera, me vuelvo a confundir. Quiero que me conozcan, pero no si al conocerme tanto, y en un intento por guardar algo para mí, termino convirtiéndome en quien que no soy. Quiero que me conozcan, pero no si de mi exposición no va a salir algo positivo para los demás. Quiero que me conozcan, pero quiero poder andar tranquilo y perderme en mi soledad. Quiero que me conozcan, pero también quiero que, por momentos, me puedan olvidar.